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La sostenibilidad se ha convertido en un tema clave en la industria del envasado, y con ello, el
reciclaje de envases ha ganado relevancia significativa. Sin embargo, existen muchos mitos
sobre lo que realmente significa que un envase sea reciclable. En este artículo, desmitificaremos
algunos de estos conceptos erróneos en cuanto reciclabilidad y exploraremos los criterios que realmente determinan si un envase es verdaderamente reciclable.

➡️ Realidad:
El símbolo de reciclaje en los envases no garantiza que sean reciclables en todos los contextos. El
símbolo, generalmente acompañado de un número que indica el tipo de plástico (por ejemplo, 1 para
PET, 2 para HDPE), simplemente indica que el material tiene potencial para ser reciclado. Sin
embargo, la reciclabilidad real depende de varios factores, como las instalaciones locales de
reciclaje, la pureza del material y la demanda del mercado para el reciclado.

Muchos envases, aunque estén marcados con este símbolo, no pueden ser procesados
eficientemente por las plantas de reciclaje si están contaminados o combinados con otros materiales
no reciclables, como etiquetas o tapas no compatibles.

➡️ Realidad:
No todos los plásticos son reciclables. Aunque los plásticos PET y HDPE son reciclables en la
mayoría de los sistemas de reciclaje, otros tipos de plástico, como el PVC, el poliestireno (PS) y el
polietileno de baja densidad (LDPE), no son tan fáciles de reciclar debido a sus propiedades
químicas y la falta de infraestructura adecuada para procesarlos.

Además, la combinación de diferentes tipos de plásticos en un solo envase puede complicar su
reciclaje, ya que los plásticos con diferentes puntos de fusión pueden no ser compatibles en el
proceso de reciclado.

➡️ Realidad:
Aunque el papel es generalmente reciclable, esto no aplica en todos los casos. Los envases de
papel que contienen capas de plástico, cera o aluminio, como los envases para bebidas (cartón) o
productos alimenticios (como las cajas de pizza), son más difíciles de reciclar. El recubrimiento
adicional dificulta que el papel sea separado adecuadamente durante el proceso de reciclaje.

Para garantizar una mejor reciclabilidad del papel, es crucial que los envases sean limpios y libres
de residuos de alimentos o líquidos, ya que la contaminación puede hacer que el material sea no
reciclable.

➡️ Realidad:
Los envases biodegradables, aunque son una opción más amigable con el medio ambiente en términos de descomposición en vertederos, no necesariamente son reciclables. De hecho, muchos
de estos materiales pueden contaminar los flujos de reciclaje cuando se mezclan con otros
materiales. Los envases biodegradables, como los plásticos basados en almidón o PLA (ácido
poliláctico), requieren procesos de compostaje industrial específicos y no deben ser mezclados con
plásticos tradicionales.

El término «biodegradable» puede generar confusión, ya que no siempre significa que el material sea
seguro para ser reciclado junto con otros plásticos.

➡️ Realidad:
La reciclabilidad de un envase no es una garantía a largo plazo. A medida que los procesos de
reciclaje evolucionan, las infraestructuras y tecnologías deben adaptarse para poder reciclar
materiales que antes no eran posibles. Además, las fluctuaciones en la demanda de materiales
reciclados
pueden afectar la viabilidad económica de reciclar ciertos envases. Si no existe un
mercado para los materiales reciclados de un envase específico, este material podría terminar en
vertederos o incineradoras en lugar de ser reciclado.

  1. Materiales compatibles: Para garantizar la reciclabilidad, es fundamental que los materiales del envase sea homogéneos o fácilmente separables. Los envases multicapas o con componentes difíciles de separar pueden complicar el reciclaje.
  2. Limpieza y ausencia de contaminantes: Los envases deben estar libres de restos de alimentos, líquidos o productos químicos, ya que la contaminación reduce la calidad del material reciclado puede impedir que el envase sea reciclado correctamente.
  3. Infraestructura de reciclaje adecuada: La disponibilidad de instalaciones de reciclaje especializadas es crucial. Un envase puede ser reciclable en teoría, pero si las instalaciones locales no pueden procesarlo, no será reciclado adecuadamente.
  4. Mercado para los materiales reciclados: La viabilidad de reciclar un envase también depende de la existencia de una demanda sostenible para los materiales reciclados. Sin un mercado estable para estos materiales, la cadena de reciclaje no será efectiva.
  5. Normativas y estándares de reciclabilidad: Existen estándares internacionales y regionales que determinan qué materiales son aptos para el reciclaje. Las empresas deben cumplir con estos estándares para garantizar que sus productos sean reciclables en los sistemas locales.

La reciclabilidad de los envases es un proceso complejo que depende de varios factores más allá de
simplemente etiquetar un envase con el símbolo de reciclaje. Para que un envase sea
verdaderamente reciclable, es necesario que esté compuesto por materiales compatibles, que sea
limpio de contaminantes y que las infraestructuras locales de reciclaje estén preparadas para
procesarlo. Al comprender la realidad de la reciclabilidad, podemos tomar decisiones más
informadas y trabajar hacia una industria de envases más sostenible.